Sayulita: Un roadtrip para recordar.

Hay veces que las palabras se quedan cortas para expresar los sentimientos sobre todo cuando se trata de nuestros amigos.

Algunas personas hacemos historias acerca de ellos.

Sayulita. Nayarit. 19 de Marzo 2016.

Hace un par de años hice un viaje a la Riviera Nayarit y Jalisco, en realidad a ese viaje me uní a última hora, y he de confesar que de los múltiples viajes que he tenido a lo largo de mi vida, éste viaje fue particularmente especial.

Puerto Vallarta, Jalisco. En aquella época yo tenía una gran disyuntiva entre irme a vivir al extranjero o quedarme a vivir en México y es por eso que trataba de viajar cuanto podía alrededor de mi país. Era el mes de marzo, llegué a Puerto Vallarta y me quedé un día ahí y justo sentada en una fuente de unos delfines, tuve una revelación personal viendo el atardecer frente al malecón. Ahí fue exactamente el momento en que me dí cuenta de que no me atrevería irme a vivir a otro lugar que no fuera México. Simplemente lo supe.

Al siguiente día mis amigos pasaron por mi al hotel de Puerto Vallata para irnos juntos a Sayulita y fue ese viaje en carretera mientras escuchábamos el disco de los Claxons en vivo, entre árboles y palmeras, cuando nació una amistad de las que sabes que durarán toda la vida.

Rentamos un lugar bellísimo casi al aire libre en la segunda planta de una casa frente al mar, era increíble irnos a dormir y despertar escuchando el sonido de las olas del mar.

Todo en sayulita se me figuraba medio mágico, era mi primera vez en ese pueblito con personalidad propia.

En las mañanas los desayunos eran en Chocobanana, las conversaciones comenzaban ahi, con un café un restaurante enfrente de la plaza de Sayulita, donde los banana pancakes saben mas deliciosos que en ningún otros lugar, a veces creo que la percepción de los alimentos depende tanto de las personas que tienes alrededor con quienes los compartes.

Entre las calles empedradas de Sayulita, veía a Karen y a Rodolfo, caminando enfrente de mi tomados de la mano, y no dejába de decirles que eran una de las parejas mas tiernas que había conocido en mi vida,  la dulzura con la que se procuraban y se dirigían, esas sonrisas autenticas que solo las vez cuando dos mejores amigos se enamoran.

En las noches nos íbamos caminando a la plaza principal donde en una de las esquinas había un pequeñito bar hecho de madera y columpios en vez de asientos. Entre cervezas y uno que otro cigarro, platicamos cada uno de nosotros de lo que pensábamos acerca nuestro propósito en la vida, del trabajo, de las coincidencias en este mundo, de lo maravilloso que son los viajes en nuestro país, de las cosas que nos hacen reír o llorar y por supuesto de los mas grandes sueños que teníamos en esta vida, pero al final entre risas era reconfortante saber que resolvíamos el mundo entero con la filosofía de que es genial compartir esta vida con personas con las que somos afines, que tal o cual situación nos hacen conocer a nuestros mejores amigos y por supuesto con la premisa de que venimos a esta vida a ser feliz.

San Pancho al Atardecer. Frente a mi, veo la silueta de una pareja de enamorados sentados en la arena, el rodeándola con su brazo y ella recargada en su hombro. El le dan un beso en la frente y se escucha decirle al oido un «Te Amo». En ese momento supe que estaba presenciando una de las más hermosas historias de amor, esas que son de la vida real.

Vi la puesta del sol mas hermosa que he visto en mi vida, sentada en la arena de la Playa de San Pancho. El Sol ahí tarda 8 minutos y 42 segundos en esconderse.

Punta de Mita. Hicimos un viaje en lancha a la isla escondida de las Islas Marietas, que platicando nos percatamos que todos desde años atrás teníamos muchas ganas de conocer, así que con chalecos salvavidas del barco saltamos al mar abierto para nadar hasta la pequeña entrada, una especie de cueva en medio del mar a la que esa playa solo tiene acceso nadando, y al llegar todos con los ojos abiertos no podíamos dejar de maravillarnos por el lugar tan hermoso que estábamos viendo y lo afortunados que éramos de estar ahí, y darnos cuenta en persona que las fotos no le hacen justicia a lo bello que es ese lugar.

Después al regreso nos fuimos a comer al Restaurante Tuna Blanca en Punta de Mita, a la orilla de la playa probamos unos tacos de pescado riquísimos y de postre una maceta de chocolate con flores que estaba excepcionalmente deliciosa. Recuerdo tanto como nos reímos al momento en que nos comimos hasta las flores del postre.

Playa de las Animas, Jalisco. Al siguiente día nos fuimos a un barquito a pasar el día completo en la Playa de las Animas, es una linda playa poco conocida, que tiene muy poca gente, el oleaje es super tranquilo, y los pocos restaurantes que están a la orilla del mar ofrecen muy buena botana de mariscos y cerveza fría que era lo único que necesitábamos en ese día.

Se acercaba el final de ese viaje, empacamos y agarramos carretera rumbo a Guadalajara, ahora en una faceta diferente de México, un camino con paisajes desérticos entre los campos de agave, hicimos una visita relámpago en Tequila, Jalisco para comer y continuamos el viaje, recuerdo mucho esa parte del viaje con la canción «Crónicas de un Beso» de Los Claxons. (Canción con la que años después les haría un video a Karen y a Rodolfo como una promesa de viaje)

Foto tras foto y video tras video, ninguno de nosotros queríamos perder detalle de cada una de las cosas que íbamos descubriendo en ese viaje. La amistad crecía y el cariño que nos teníamos para ese momento era como si nos conociéramos de toda la vida. En ese viaje tuve la oportunidad de conocer mas a fondo a Karencita y a Rodolfo la hermosa pareja que en un viaje me hicieron darme cuenta de que como debe ser el amor entre dos personas: Gentil.

Monterrey, Nuevo León. 26 de mayo de 2018.

Hoy dos años después me siento tan feliz de haber sido testigo una vez mas del amor de dos grandes amigos a quien quiero con todo mi corazón. Karen siendo de Parral, Chihuahua y Rodolfo de Cd. Obregón, Sonora, se conocieron y enamoraron en Monterrey, Nuevo León. Y que ésta maravillosa vida nos hizo tan buenos amigos en Sayulita, Nayarit. Es verdad que por el día a día, el trabajo y muchas otras cosas en la vida que a veces no nos ha permitido compartir tanto tiempo juntos como quisiéramos pero saben que mi cariño hacia ustedes está intacto como en aquel viaje a Sayulita. Está de mas decir que éstas dos personitas (aunque ellos no los saben) me han enseñado mucho a entender el concepto de lo que una linda relación de pareja debe ser, hay veces que vemos en películas románticas esas historias de amor, pero nada se compara como verlo de cerca en los amigos mas queridos, no me cabe la menor duda que ésta son las razones correctas por las que una persona desea unir su vida con otra, con un cariño tierno, tal cual lo dije antes, como cuando dos mejores amigos se enamoran pasan cosas maravillosas como éstas que Karencita y Rodo están viviendo, y me hace tán feliz compartir con ellos en uno de los días mas felices de su vida, ¡Su Boda! y reafirmar que la mejor de las historias de amor son éstas, las que son de la vida real.

Los quiero tanto mi amigos de mi corazón y deseo que la vida les llene de muchos días felices, de muchos viajes, de muchos atardeceres sentados en la arena, de pláticas interminables, de roadtrips en carretera escuchando música, de días en que la comida les sepa mucho mejor por simple hecho de compartirla entre ustedes dos, de muchas sonrisas ¡y mucho mucho amor!.

Los quiero siempre.

Caro

Nota: #EverydayCarolina escribió este post mientras escuchaba la playlist de Los Claxons. =)